El fútbol para algunos solo es el partido que se ve en televisión, o las emociones, las luces, la hinchada, o el árbitro o el espectáculo que esperamos ver cuando arranca la transmisión…. Pero es todo lo anterior y todo lo que abarca esta actividad, lo que se ve y lo que no se ve, son esos detalles que sumados logran encadenar un partido de fútbol (podría ser aplicado tranquilamente a otro deporte, pero amamos el futbol).
Termino el Mundial. Un mes donde todos, directa o indirectamente, estuvimos pendientes del futbol. Donde por momentos nos olvidamos de nuestras realidades personales y de país, nos emocionamos y nos enojamos en algún momento, pero lo disfrutamos más allá de los resultados.
En resumen vimos cosas muy interesantes como el desarrollo de un deporte de conjunto que logró sacar provecho de ese juego por encima de las individualidades y Ganó el Futbol como deporte de Equipo: un Croacia que dio muestra de ello, una gran Bélgica, y por supuesto el campeón Francia, que aunque no fue dueño de sus partidos incluyendo la final, si fue un conjunto ordenado, con pinceladas de buen futbol y sobre todo un despliegue del buen uso de sus figuras. Con una idea clara de su entrenador Didier Deschamps logró su segundo título mundial de fútbol metiéndose de lleno en los seleccionados fuertes del deporte en el mundo.
El escritor argentino que ha plasmado historias interesantes basadas en el deporte que adoramos, algunas de ellas adaptadas al cine con éxito, Eduardo Sacheri, ha dicho varias veces: “me permití estar en desacuerdo con las personas que sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con las cosas esenciales de la vida. Y no por afán de discutir con quienes piensan así. Es posible que esas personas sepan mucho sobre la vida. Pero creo que no saben nada de fútbol” y desde que lo leí me ha parecido una frase con la cual me siento muy identificado porque a mi modo de ver, el fútbol y la vida tiene todo en común.